• April 20, 2024, 12:37 am
  • info@hastaquecaigalatirania.com
  • Error>

Servicios públicos en Venezuela, un problema de nunca acabar

Servicios públicos en Venezuela, un problema de nunca acabar

Servicios públicos en Venezuela, un problema de nunca acabar

Servicios públicos en Venezuela, un problema de nunca acabar


Desde la Redacción Hasta que caiga la tiranía

Hay quienes quizås vivan relativamente bien en Venezuela, pero el que los servicios públicos no funcionen hace la calidad de vida cuesta arriba; un problema estructural, basado en la falta de mantenimiento y de inversión, con sistemas antiguos y deteriorados, que no dan respuesta a las demandas.

Por ejemplo, en Carabobo hay zonas con mås de 24 horas sin luz, sin gas y el problema de agua agudiza tanto en la zona norte como en el sur. Un cuadro que tiene a los ciudadanos cansados de tantas excusas; ya el rÊgimen se quedó sin discursos.

El reciente llamado del rÊgimen, antes de que termine el aùo, los servicios de agua, electricidad, gas y telecomunicaciones es una muestra de la necesidad de enfocarse en esta situación; poco creíble ante el monitoreo de la inversión en servicios båsicos que hace la ONG Cedice, que refleja la brecha entre inversiones presupuestadas y ejecutadas para estas åreas; relativamente bajas, pero el problema es la dirección de esas inversiones.

Este monitor refleja que el destino del gasto, al menos durante julio de 2022, apenas el 5 % de las inversiones estån dirigidas a mejorar los índices de cobertura, calidad y continuidad en el suministro.

Según el coordinador del monitor de servicios públicos de Cedice, Raúl Córdoba, hay escasas opciones de que, en los meses que restan hasta final de aùo, se pueda conseguir que la promesa de Maduro se cumpla.

Esta resolución de las incidencias en las que se sostiene la “leve mejora” de la que hablan los especialistas se refleja en cifras del Ministerio de Atención a las Aguas, que señala que el régimen ha resuelto 19.260 casos sobre este servicio en los últimos 60 días, según el 59,2 % de los casos reportados.

Y aunque los datos muestran ese cambio positivo, en la pråctica, los especialistas advierten que poner el foco solo en la continuidad de los servicios, dejando atrås indicadores como la calidad o el nivel de cobertura, harå insostenible cualquier avance.

Olvidados arriba y abajo

“Nosotros nos sentimos como olvidados”, dice Augusto Domínguez, líder comunitario de la acomodada zona Colinas de La Trinidad, al este de Caracas, cuando reflexiona sobre las fallas de agua, telecomunicaciones o electricidad que enfrenta en el sector en el que vive, una loma con unas 80 quintas, tan grandes como sus carencias, reseña la agencia EFE.

Domínguez y sus vecinos llegaron a contar, no hace mucho, mil días continuos sin agua, días en los que reclamaron activamente con pancartas, en redes sociales, con protestas, con cartas y con llamados que no fueron escuchados; el agua volvió un día cualquiera, pero nunca con la fuerza necesaria para subir hasta estos hogares de clase media.


Aun así, reconoce que son “privilegiados”, pues algunos tienen cómo pagar camiones cisternas o comprarse plantas eléctricas, a diferencia de la gente de las barriadas que no tienen otra opción que caminar kilómetros para obtener agua o encender una vela para tener algo de iluminación cuando falla la luz.

Como tantos otros ciudadanos se adaptó a que su telÊfono no tenga seùal, a que por sus tuberías no salga agua; que las calles estÊn oscuras y que no funcione el internet.

No cree en los cambios repentinos, aunque espera que lleguen para mejorar su vida, la de su familia y la de todo un país.