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Una despedida en la Plaza Bolívar de Guanarito, estado Portuguesa

Una despedida en la Plaza Bolívar de Guanarito, estado Portuguesa

Una despedida en la Plaza Bolívar de Guanarito, estado Portuguesa

Una despedida en la Plaza Bolívar de Guanarito, estado Portuguesa


Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-

La Plaza Bolívar de Guanarito, estado Portuguesa, se ha convertido desde los últimos días del mes de agosto en el centro de despedida de muchas personas; la mayoría jóvenes y adultos que abordan una unidad rumbo hacia la frontera del estado Táchira con Colombia, y de allí, hacia otros países, incluso arriesgando sus vidas al atravesar la Selva del Darién.

El triste panorama fue observado por el reportero gráfico Aníbal García Soteldo, quien se encuentra en esa zona llanera visitando algunos familiares y quedó conmovido por el gran número de personas que se reúnen en la plaza, esperando el autobús que los traslade vía terrestres hacia el estado Táchira y, cruzar la temida frontera de Cúcuta a un destino mejor.



Los llantos, los abrazos y las miradas entre familiares y amigos se conjugan para pintar un cuadro de lamentos, y no es para menos, dejan su tierra natal y le dicen adiós a todos sus esfuerzos (tener casa propia, carro, un pequeño negocio, estudios, parejas, trabajo, etc) en búsqueda de un mejor futuro, dice Soteldo.

Revela que el rostro de los que se quedan es de lamento, el vacío que dejan los que se van, no es nada fácil de superar, y es que desde agosto hasta lo que va de septiembre han salido desde la Plaza de Guanarito ocho unidades de transporte repletas de maletas y esperanzas, cuyos dueños intentan rehacer su vida en otras tierras, sin saber qué van a encontrar.



Indica Soteldo, que familias enteras han optado por vender sus propiedades para preparar el viaje y soñar con una estadía en tierras lejanas.

Reconoce que “el riesgo es grande, pero mucha gente se atreve a correrlos, nada ni nadie les impide quedarse, y la Plaza es la única testigo en recoger los sinsabores de los parientes que se quedan y los que se van”, finaliza García Soteldo.



Una plaza del llano adentro, donde todas las noches se producen tristes despedidas entre venezolanos; unos que se van en busca de mejores destinos, y sus familiares y amigos que se quedan esperando pronto porque vuelvan.



Fotos y texto cortesía Aníbal García Soteldo.