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Del 19 de abril 1810 al 19 de abril 2024: siguen vivos los gritos de “libertad”

Del 19 de abril 1810 al 19 de abril 2024: siguen vivos los gritos de “libertad”

Del 19 de abril 1810 al 19 de abril 2024: siguen vivos los gritos de “libertad”

Del 19 de abril 1810 al 19 de abril 2024: siguen vivos los gritos de “libertad”


Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía-

Un 19 de abril, Venezuela inició su proceso para independizarse de la Corona española. Hoy, 214 años después, siguen vivos los gritos de libertad por el yugo al que ha sido sometido el pueblo bajo el mandato de una dictadura violenta, insensible que ha volteado las armas hacia sus propios ciudadanos.

Millones de venezolanos han abandonado su país buscando precisamente libertad, derechos humanos y democracia; pero hoy más que nunca esa lucha sigue viva, así como la esperanza de recuperar nuestro país y unirnos como familia y como hermanos en nación que nos vio crecer, nos formó y a la que añoramos regresar.

Y si en aquella memorable fecha, el pueblo le dijo “no, lo queremos” al capitán general de la colonia Española Vicente Ignacio Antonio Ramón de Emparan ante el cansancio de los crueles tratos hacia los esclavos y altos impuestos a los pocos que podían valerse del comercio o las pequeñas industrias; hoy el pueblo venezolano al unísono rechaza al dictador impuesto por la “revolución roja-rojita”, sobre quien mandatarios que hasta hace poco se mostraban “aliados” como el presidente de Colombia Gustavo Petro y el de Brasil Lula Da Silva proponen un “plebiscito”, lo más probable obtenga el mismo pronunciamiento: un rotundo “no”.

Y es que en las encuestas solo Nicolás Maduro apenas aparece con 10 por ciento de aceptación; su popularidad disminuye, sobre todo, en los sectores más desposeídos y entre la clase trabajadora por la cual una vez se proclamó “el presidente obrero”. Nada más lejano de la realidad.

Ahora, la ha llevado a “la pobreza extrema”, aunado a los miles de crímenes de lesa humanidad que reposan ante la Corte Penal Internacional. Muy buena la propuesta la de los mandatarios latinoamericanos. La respuesta soberana es obvia, precisamente hoy en el Día de la Independencia de Venezuela.

Día en que se reúne la Plataforma Unitaria para llegar a un consenso para la elección del candidato o candidata para lograr la derrota del régimen, con 25 años a cuesta de un poder usurpado. Sin comparación de las atrocidades que se le atribuyen a aquella época bajo el yugo español.

Lo que dice la historia de la emancipación…

Para los venezolanos, esta fecha constituye una de las fiestas patrias y desde pequeños se nos dio a conocer como el “Día de la Declaración de la Independencia”.

Manuel Donís, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UCAB, en una reciente entrevista para El Ucabista rememoró la gesta emancipadora: “ante el avance de las tropas napoleónicas que se habían apoderado de casi toda la península ibérica (exceptuando el sur), la junta de gobierno de España había dado paso a una regencia que no tenía control sobre prácticamente nada.

Aparte, la junta provincial española se había dado a la fuga o estaba en manos de Francia. Ante eso, en Caracas un grupo de criollos buscó armar una junta de gobierno que salvaguardara los derechos españoles. Ya dos años antes, en abril de 1808, había ocurrido un primer intento, pero ese movimiento -que se llamó la “Conspiración de los mantuanos”- fracasó porque el capitán general no aceptó encabezar una junta con los criollos y pudo en aquel entonces descabezarlo. En 1810, la cosa fue diferente porque el capitán Emparan aceptó en principio acompañar a estos señores al Cabildo a escuchar su propuesta”.

“Vicente Emparan se encontró con que había una gran cantidad de gente en el Ayuntamiento y que no solo eran los integrantes del Cabildo de Caracas, sino un cabildo abierto, cuando él era el único que podía hacer ese llamado. Entró, preguntó qué hacían allí y los que estaban le dijeron: ‘Queremos que usted, ante la gravedad de la situación en España y ante la caída inminente en Cádiz, encabece una junta de gobierno por la defensa de los derechos del rey Fernando VII y queremos que lo haga cuanto antes”.

Emparan hizo tiempo y de manera bastante grosera esperó a las nueve de la mañana, se fue a la Catedral y dejó sin respuesta a quienes estaban en el Cabildo. Francisco Salias, que pertenecía a este movimiento, lo detuvo antes de entrar a la Catedral y le dijo que tenía que devolverse al Cabildo. Emparan se dio cuenta que no contaba ya con el aparato militar. Cruzó la plaza y notó que el batallón que estaba allí no le rindió honores por su alta investidura; es decir, Emparan, que entró por segunda vez obligado al Cabildo, supo que no las tenía todas consigo y que había un movimiento de cierta envergadura difícil evadir”.

La posición de Emparan…

“El capitán, una persona muy hábil, pensaría en lo que podía conseguir y hasta dónde podía llegar en su posición. Empezó a llamar al intendente general, al presidente de la audiencia y al alto mando militar para ganar tiempo. La posición de Emparan fue: “yo no puedo encabezar una junta de gobierno con civiles si yo no tengo la autorización de algún órgano de gobierno de España”. Esa situación se mantuvo durante horas. Pasó el mediodía, llegaron las tres de la tarde y cada vez había más gente a la expectativa, no solamente en la sede del Ayuntamiento sino en la Plaza Mayor. Como a las 3:30 pm, un sacerdote chileno llamado José Cortés de Madariaga, quien tenía un cargo en la Catedral e involucrado en este movimiento, se molestó y le dijo a Emparan: “Capitán esto va para demasiado tiempo, yo lo insto a usted a que encabece la junta”.

Ante esa presión, Emparan ideó un plan para desarticular la revolución que se estaba forjando; salió al balcón, abajo estaba la gente, se asomó y la gente hizo silencio frente a su presencia; entonces el capitán preguntó: ¿Ustedes quieren que yo los mande? y nadie respondía. Por detrás se encontraba el canónico Madariaga haciendo señas a la gente para que dijera que no y la gente repitió lo mismo que el cura. Eso es lo que dice la historiografía tradicional, aunque se sabe que entre la multitud había miembros del grupo conspirador que auparon a la gente a gritar que no”.

La reacción libertaria

“Pues malcriado dijo: Si ustedes no quieren que yo los mande, yo tampoco” y renunció en público. El problema es que en un momento se pensó que el capitán asumiera la junta de gobierno, pero no se esperaba que renunciara. No hubo otra cosa, sino que redactar un acta en la que el capitán firmó formalmente su renuncia, recordó el historiador.

Al día siguiente lo mandaron preso a Puerto Rico y se comenzó a crear la junta de gobierno. Fue así como, de la noche a la mañana, un movimiento que comenzó como un ente progobierno en defensa de los derechos del rey Fernando VII, se encontró con un hecho totalmente diferente. Esto, sin duda alguna, fue el primer paso a la independencia.

Hoy, son otras las circunstancias de lucha que libramos los venezolanos: por la Democracia socavada; por unas elecciones libres y transparentes; por la libertad de los presos políticos; por el rescate de la dignidad, por la libertad al libre pensamiento y de manifestar públicamente contra un régimen criminal que ha llevado a más de 8 millones de ciudadanos a emigrar, mientras miles de familias solo aguardan la esperanza para seguir la ruta libertaria de nuestro padre de la patria y que su nombre sea reivindicado en la historia.