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¿Quién es Albert Ramdin, el nuevo secretario general de la OEA?

¿Quién es Albert Ramdin, el nuevo secretario general de la OEA?

¿Quién es Albert Ramdin, el nuevo secretario general de la OEA?

¿Quién es Albert Ramdin, el nuevo secretario general de la OEA?


Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-

Este lunes, la Organización de Estados Americanos (OEA) eligió “por aclamación” a Albert Ramdin, actual canciller de Surinam, como nuevo secretario general de este organismo internacional multilateral para un nuevo periodo hasta 2030.

Ramdin sustituirá en el cargo al uruguayo Luis Almagro, quien seguirá ocupando la secretaría general hasta el 25 de mayo.

Los estados miembros de la OEA se reunieron en sesión extraordinaria del Consejo Permanente, en Washington, donde también se había postulado el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, pero el gobierno del presidente Santiago Peña retiró la semana pasada la candidatura luego del comunicado de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay.

Ramdin fue secretario adjunto de la OEA durante el periodo del chileno José Miguel Insulza, entre 2005-2015.

El canciller de Surinam, que llegaba a la elección como uno de los favoritos a recibir el apoyo de los estados miembros, requería al menos 18 votos para ser elegido. La OEA publicó un mensaje en X anunciando que fue elegido “por aclamación”.

Los gobiernos de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay anunciaron el 4 de marzo en un comunicado conjunto difundido por la Cancillería brasileña que apoyaban la postulación del Ramdin por su vasta experiencia en diplomacia y porque representa “un paso significativo” hacia la unidad de la región en el actual contexto geopolítico y también una “oportunidad histórica” para la organización.

Costa Rica, Ecuador y República Dominicana también respaldaron la candidatura del canciller de Surinam.

Este representante de Suriname, de tendencia izquierdista, asume el cargo en medio de un complejo escenario atravesado por las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua, la inmigración indocumentada, los carteles del narcotráfico, la ofensiva de China y la apatía de la administración Trump respecto a la importancia diplomática de los organismos multilaterales.

Plataforma que para algunos analistas estos cambios no tienen gran impacto, porque en los últimos cinco años los pronunciamientos mediáticos que hace no han logrado ningún efecto certero, en cuanto a la dictadura venezolana; sus dictámenes no son acatados y se han quedado en el intercambio de ideas interesantes, pero sin ninguna repercusión, cuando esos representantes son costeados por sus naciones e incluso se ha llegado a conocer que Venezuela subsidia algunas delegaciones.

Una figura promovida por la agenda izquierdista

Es la primera vez que la Organización de Estados Americanos tiene un secretario que pertenece a la Comunidad del Caribe (CARICOM), y su integración al foro regional es consecuencia directa de un movimiento diplomático que ejecutó Lula da Silva con el apoyo de Chile, Uruguay, Bolivia y Colombia.

Ramdin deberá hacer de su experiencia diplomática para satisfacer los intereses del CARICOM y de América Latina que lo llevaron al triunfo electoral y atender los reclamos geopolíticos de Estados Unidos para América Latina.

En este sentido, el secretario General tendrá el reto de asumir como un equilibrista diplomático frente a la administración Trump, que se ha caracterizado por empujar una agenda global sin tener en cuenta a los habituales aliados y enemigos de la Casa Blanca.

Según Infobae, Lula da Silva, Gabriel Boric (Chile), Yamandú Orsi (Uruguay), Luis Arce (Bolivia) y Gustavo Petro (Colombia) apoyan la Agenda 2030 de Naciones Unidas -Cambio Climático e Igualdad de Género y se muestran dialoguistas con el dictador venezolano Nicolás Maduro, condenan la estrategia de defensa de Israel frente al ataque terrorista de Hamas, exhiben vínculos fluidos con China y cuestionan las medidas arancelarias de Donald Trump contra México y Canadá.

Agenda que contrasta con las perspectivas de Donald Trump para la región, quien repudia la Agenda 2030, propone una transición democrática en Venezuela, intenta contener la ofensiva china, defiende al gobierno de Benjamín Netanyahu y sin intenciones de frenar aranceles como método para aplacar el tráfico de fentanilo y la inmigración ilegal.

La mitad de los ingresos de la OEA proviene de la Casa Blanca, que además apoya los programas que se ejecutan en el foro regional. Por lo que se podrían reducir a la mínima expresión los millones de dólares que concede al organismo multilateral.

Marco Rubio, el secretario de Estado, Marco Rubio y el enviado especial para América Latina, Mauricio Claver-Carone, son los que estiman que la OEA tiene poca razón institucional y que la diplomacia americana se siente más cómoda con los encuentros bilaterales.

“Estados Unidos ya se cansó de pagar sesiones colectivas de psicoanálisis político en la OEA, para que al final nada se resuelva. Dan vueltas y vueltas por la región, y no aportan una sola solución. Es mejor la diplomacia del cara a cara, del uno a uno”, dijo un miembro de la administración Trump al portal argentino.