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Pensionados protestaron contra bonificación y salarios estancados en Caracas

Pensionados protestaron contra bonificación y salarios estancados en Caracas

Pensionados protestaron contra bonificación y salarios estancados en Caracas

Pensionados protestaron contra bonificación y salarios estancados en Caracas


Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-

Hasta Chávez condenaba la bonificación de los salarios y se negaba a implementarlos. Aun así, contrario a lo que proclamaba fue el propiciador de esta política macabra. Hoy, el régimen de su discípulo predilecto, Nicolás Maduro, promueve un salario mínimo y pensión de hambre de $1.96 (130 Bs), mientras otorga bonos excluyentes que afectan derechos laborales y prestaciones sociales, ya que no inciden en estas estimaciones contractuales.

Es la denuncia que hicieron, este viernes, un grupo de manifestantes en Caracas contra esta política de “bonificación” del régimen. Unas cuarenta personas se congregaron frente a la Defensoría del Pueblo para exigir aumento de las pensiones y salario mínimo que está vigente desde hace cuatro años y la inflación no se detiene: en enero de este año, alcanzó 7,9% en términos mensuales según los datos del Observatorio Venezolano de Finanzas.

“Nos aplican la pena de muerte porque con los salarios que ganamos no nos alcanza para comer”, apuntó Ana Mercedes Lares, de 71 años y jubilada de la administración pública a la AFP.

Cuestionó que si no es porque sus hijos y nietos desde el exterior le ayudan, ya se “hubiera muerto”.

Ana Rosario Contreras, presidente del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, precisó que tienen son “salarios y pensiones de hambre; estamos en situación de indigentes”.



Maestros entre los más afectados

Otro de los sectores más afectados son los maestros, que tienden a recurrir a los “roperos solidarios” ante los bajos salarios. “El maestro en Venezuela está pasando por un momento bien triste, impotente; retrocedemos a casi 50 años atrás”, citó la Voz de América de las declaraciones dadas por una docente jubilada de 65 años.

Yslennis Pulido, una de las docentes entrevistada, informó que recibe un salario de 13 dólares al mes. Con 24 años dedicados a la enseñanza en un liceo de bachillerato, expresó que eso es “una lismona, no es salario”.

Ambas docentes se dispusieron a montar un “ropero solidario”, una iniciativa que la Federación Venezolana de Maestros (FVM) lanzó en el mes de diciembre del año pasado y que busca apoyar al gremio con opciones de prendas a precios accesibles, entre uno y cuatro dólares.

Estos profesionales de la salud son los que figuran con mayores problemas de depresión y ansiedad, han reportado de manera reiterada la Federación Venezolana de Psicólogos; mientras más del 40 por ciento han abandonado las aulas, algunos para dedicarse al comercio informal y otros forzados a emigrar.

El régimen madurista se escuda de las sanciones para justificar los bajos salarios, pero estas restricciones de los Estados Unidos se impusieron a partir del 2019 y ya Venezuela estaba sumida en la miseria que se ha ido profundizando, y a pesar de los “alivios” otorgados durante la administración Biden que permitieron grandes ingresos para los “jerarcas” de la dictadura que superan los 400 millones de dólares mensuales no llegó a ajustar los sueldos ni pensiones.