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“Dolarización de facto” en Venezuela: se repudia hasta la moneda nacional
“Dolarización de facto” en Venezuela: se repudia hasta la moneda nacional
“Dolarización de facto” en Venezuela: se repudia hasta la moneda nacional
“Dolarización de facto” en Venezuela: se repudia hasta la moneda nacional
Venezuela atraviesa de nuevo por una situación de altísima inestabilidad con su moneda nacional que se ha convertido en un “activo repudiable” –como se cataloga este fenómeno en economía- como consecuencia ante la fragilidad institucional, lo que llamamos “repunte o alza del dólar”, por lo cual se vive es una depreciación del Bolívar y no una devaluación, explica el reconocido economista Carlos Ñañez.
Este miércoles 19 de febrero, la tasa de cambio al paralelo –mercado negro que también propicia el régimen madurista- superó la barrera de los 80 bolívares, mientras la tasa oficial fijada por el Banco Central de Venezuela a 62,18 bolívares. Es una brecha significativa, por cuanto los especialistas pensaban que este 2025 cerraría en 80 bolívares la divisa, y apenas estamos en febrero y ya se superó esa cifra.
Pero, lo que denominamos “repunte o alza del dólar” técnicamente se conoce “incremento de las brechas entre tipo de cambio oficial y cambio paralelo”, y ocurre cuando el sistema cambiario –lo cual no tiene que ver con el tipo de cambio- sino cuando el régimen cambiario se relaciona con un “mecanismo sucio”, porque el Banco Central actúa como un “trading”, es decir, el ente emisor adjudica divisas en el mercado cambiario en respuesta a la inestabilidad del tipo de cambio; “si bien es cierto que es plausible que los bancos centrales manejen este tipo de mecanismo como parte de su apresto en la política monetaria, la presencia del BCV en la economía a través de intervenciones tiene ya un límite, porque no se puede abusar de una herramienta financiera.
Reveló Ñañez que el año 2024 cerró con un monto de inyecciones de 5 mil 225 millones de dólares, una cifra escandalosamente elevada y en lo que va de este 2025 con tan solo ocho semanas tenemos ya un mutante de 407 millones de dólares, distribuidos de la siguiente manera: 2 de enero se inyectaron 50 millones; 7 de enero 57 millones de esta moneda; 14 de enero fueron 50 millones; el 20 de ese mes 80 millones; el 27 y 3 de febrero cuarenta millones más, indicando que ya no existía músculo para las inyecciones y este lunes 17 de febrero fueron 90 millones, es decir hubo un “default” en estas intervenciones.
Ahora bien, de acuerdo con el especialista, en enero 2025 se arrancó con una brecha diferencial de 28.01 puntos porcentuales con un tipo de cambio paralelo en 66,59Bs y el oficial en 52,28Bs; ello se pudo revertir hasta con una brecha la más baja registrada el 24 de ese mes con 16,81% de diferencia; sin embargo en febrero ha estado caracterizado –especialmente la semana pasada el 12 y 13- por brechas de dos dígitos en 24, 55 y 23,55%. Y ayer, martes 18 de febrero, el tipo de cambio paralelo cerró en 79.91 y el oficial en 62,09, la brecha era de 28,70%, a pesar de que ese día se habían “quemado” 90 millones de dólares.
Hoy, miércoles, la brecha se ubica en 30,25% mientras el tipo paralelo en 80,99 Bs y el oficial en 62,18. ¿A qué se debe este aumento? Indica Nañez que se sigue monetizando el déficit fiscal con la inyección de liquidez monetaria y se incurre en un supuesto erróneo porque este déficit no se puede financiar con la creación de dinero nuevo sin respaldo, ello acarrea un costo que es el “costo del señoriaje” –sin poder de compra en la economía circulante-.
Además incurren en el financiar el déficit público con el aumento del gasto fiscal, el cual sino se sustenta con el rendimiento de la recaudación tributaria progresiva , se aleja del objetivo de estabilidad monetaria y de la deseabilidad de la política fiscal que es mantener un equilibrio presupuestario o, en tal caso, la presencia de un déficit fiscal que sea financiado de los rendimientos que provengan de la política tributaria progresiva.
Esto se ha agravado también por la ausencia de confianza en Venezuela; en el país está roto el “contrato social” -un concepto de la economía publicado en un libro del economista argentino Bernardo Kliksberg- no es más que la confianza entre las personas, que en nuestra nación está fracturada, porque la institucionalidad está rota.
“No lo digo yo, es un supuesto de la escuela económica que se llama la ‘nueva economía institucional’ de Douglas Nor –premio nóbel en los años 90-; concepto rescatado en el 2024 por los doctores Anselmo Johson y Luis Robinson quienes se centran en la incidencia de la institucionalidad en la prosperidad económica en su libro ¿Por qué fracasan los países? Y fracasan porque cuando institucionalmente no existe credibilidad; en Venezuela no hay credibilidad en el BCV, porque ha demostrado su total incapacidad para contener el tipo de cambio, una altísima opacidad en la publicación de la inflación desde el mes de octubre del año pasado,”, en que mostraba de 4 puntos intermensuales, y la de las agencias privadas no son oficiales, aclara Nañez.
Y hasta tanto el Banco Central no publique cifras y rinda cuentas no existe confianza, por tanto la situación del dólar seguirá golpeando todas las capas del país, sobre todo, las menos favorecidas.
La cruda realidad económica: en debacle
Haciendo un simple y crudo análisis de la realidad, en Venezuela tenemos dos años sin ajustes salariales, desde luego el tipo de cambio paralelo que si bien es cierto no debería ser el medidor de la economía o el termómetro económico, es la tasa que sustenta toda la “economía gris” o la “informal” –aquella que no factura y no tiene una estructura contable solida o financiera establecida- como son los mecánicos, plomero, entre otros servicios informales-.
Y si nos trasladamos a la cotidianidad, en Venezuela el sueldo mínimo es de 130 bolívares desde hace dos años; eso no ha cambiado y ese estancamiento del salario hace que ese monto en bolívares aparte de ser ocioso, lo destruye la paridad cambiaria. En estos términos, el venezolano recibe al mes un dólar con 60 centavos y al día percibe -al cálculo del Banco Mundial – 0,05 centavos de dólar y se considera que una persona es pobre extrema cuando percibe un dólar diario.
En el caso de las bonificaciones –uno denominado “Guerra económica” entregado el 13 de febrero a los empleados públicos que dice ser de 90$- a esa fecha correspondía en bolívares a 88 dólares y 71 Bs al paralelo, hoy ese mismo bono al tipo oficial equivale a 86 dólares y al paralelo son 66, amén de la brecha cambiaria se convierte en un costo, porque los comerciantes tienen que vender al cambio oficial y hay servicios que deben pagar al paralelo, por lo que esa pérdida más la perdida de la inflación estimada en 28 puntos porcentuales, imposibilitan la actividad económica.
¿Pero se ha logrado el control de la inflación?, explica Ñañez que se ha logrado hacerlo ver así, porque la han controlado con el sacrificio del crecimiento económico. En términos de las agencias privadas, en noviembre la inflación cerró en 12,5 la intermensual y en 14,87 en diciembre, cerrando la anualizada en 2024 en 85,5 puntos. El BCV no da cifras y hasta octubre reportaba 23,56%. La inflación se ha mantenido contenida por la destrucción de la demanda y la capacidad de consumo desde luego la estructura general de precios tenderá a disminuir.
Del por qué BCV no publica cifras de inflación
Entonces, la inflación en Venezuela ha “descendido” pagando el costo del crecimiento económico, lo que en economía se llama “Exchange” o efecto por intercambio”; tiene que ver con la capacidad de que el Producto Interno Bruto crezca, lo cual no ha ocurrido y las cifras que aparecen en el portal del BCV son insuficientes y no satisfacen el requerimiento de investigación, porque son relativas, y se necesita que publique los datos absolutos del PBI nominal del país, que es tomando el año base 2007, porque si las presenta a precios corrientes son cifras corregidas por inflación y dan el efecto de que la producción está creciendo. Macabra táctica.
En conclusión, la producción real (PBI) en Venezuela la presentan en precios constantes, que no es la manera eficiente ni suficiente para construir un modelo econométrico, porque se publica es el promedio relativo (ratio) y no el valor absoluto en miles o millones de dólares, en función de la última devaluación.
"Depreciación” del bolívar, no devaluación
En este sentido, aclaró economista en Venezuela no hay una devaluación, sino una “depreciación continua” del tipo del cambio, porque es un efecto continúo: la moneda nacional se deprecia frente al dólar y los bienes que se pueden comprar; pero es un error decir hay una “inflación en dólares”, lo que hay es pérdida del poder de compra de los dólares como consecuencia de la brecha tan elevada entre los dos tipos de cambios y de una inflación doméstica, por lo cual no puede haber “inflación en dólares” porque Venezuela no emite divisas, trabaja de “manera fática”, ilegal y opaca con el dólar norteamericano.
También que en Venezuela no estamos “dolarizados”; sigue circulando el bolívar –la moneda nacional- y tampoco nos vamos a “dolarizar” porque a Nicolás Maduro le es muy ventajoso la posibilidad de aumentar la liquidez monetaria en bolívares y si nos dolarizamos él no podría influir en la fijación de la liquidez monetaria ni en el tipo de interés que decida colocar la Reserva Federal, porque perdería la autonomía en la política cambiaria.
Lo contrario a lo que ocurre en Ecuador, Salvador o Panamá donde si quieren incrementar el gasto público deben expandir la política fiscal con aumento d
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- Publicación : 19/02/2025 19:13 PM