La historia secreta detrás de los violentos ataques entre paramilitares en el Catatumbo
La historia secreta detrás de los violentos ataques entre paramilitares en el Catatumbo
La historia secreta detrás de los violentos ataques entre paramilitares en el Catatumbo
La historia secreta detrás de los violentos ataques entre paramilitares en el Catatumbo
Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-
Detrás de los violentos enfrentamientos en la zona del Catatumbo, con saldos de más de 100 muertos, secuestros y 36 mil desplazados, hay una historia secreta y aberrante que da cuenta de las alianzas del Ejército de Liberación Nacional con la dictadura de Nicolás Maduro y sus altos jerarcas para exterminar la disidencias de las Farc y dar con el control en la frontera para proteger sus "retaguardias".
Una historia secreta bien hilada por la revista colombiana Semana, en que se indica que el exterminio de la estructura 33 de las disidencias de las Farc fue planificado desde 2024 y coincidió con la llegada al Catatumbo del cartel de los Soles, la organización narcotraficante creada por los más altos representantes de la dictadura, como Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Vladimir Padrino y Tareck El Aissami, según las investigaciones del Departamento de Estado de Estados Unidos. Y por lo cual hay ordenes de captura y recompensas por sus cabezas que oscilan entre 15 a 25 millones de dólares. Estos son los criminales que usurpan el poder y la causa de la lucha libertaria por sacar a quienes han destruido a Venezuela, a costa de sus maquiávelicas acciones, que si son de "terrorismo de Estado".
Y está tan develada, que el alcalde del Arauca, Juan Qüenza, ha advertido que si Diosdado Cabello llega a pisar su municipio ordenará detenerlo para cobrar los 25 millones de dólares, "es un bandido" dijo; pero todo se ha descubierto luego que el presidente de Colombia Gustavo Petro confesara que había hablado con Maduro y dio permiso para que dieran "vueltos de lado y lado" por crisis en El Catatumbo, al Norte de Santander, municipio limítrofe con Venezuela.
De acuerdo con este entramado, estos personeros delincuenciales –porque de ello hay suficientes pruebas- enviaron a sus emisarios a inyectar cientos de millones de pesos colombianos para recuperar el mercado de la hoja de coca y confirmaron la “indisciplina” en ese lado de la frontera por parte de las Farc, que no estaba cumpliendo los mínimos acuerdos para estar en el terreno. Disidencias que nunca gozaron del agrado de Caracas, revela la investigación periodística.
El ELN una guerrilla binacional del narcotráfico y terrorismo
Pero, toda esta guerra no es una simple venganza por el control del negocio del narcotráfico. Según el equipo periodístico de SEMANA que se internó durante varios días en esa zona, detrás de esa ola de enfrentamientos hay intereses de las autoridades venezolanas para además frenar cualquier plan que desestabilice la dictadura de Nicolás Maduro.
La información la sostienen altos mandos de la fuerza pública, destacados mandatarios locales, cocaleros, líderes sociales, campesinos y personas de la entera confianza de la guerrilla.
“El ELN es la contención en la frontera en caso de cualquier invasión que ataque a la revolución venezolana. Eso está clarísimo. Siempre ha sido así”, dijo un alto mando de la fuerza pública que conoce los movimientos de ese grupo criminal. El oficial reconoció, bajo estricta reserva, que los hombres de Antonio García estaban perdiendo terreno en Norte de Santander y eso preocupó al régimen, más cuando el expresidente Álvaro Uribe desempolvó la propuesta de una intervención militar para tumbar al chavismo del poder tras el robo de las elecciones presidenciales.
Esta arremetida de los elenos no fue una simple casualidad, y el mismo Gobierno de Petro, como lo dice su comisionado de paz, Otty Patiño, cree que “es probable” que Maduro tenga responsabilidad en la matanza del Catatumbo, según han determinado Unidades de inteligencia y líderes sociales.
Identifican a un ciudadano con el nombre Alexánder Díaz Mendoza, alias Calarcá, uno de los principales jefes de las Farc, quien confirmó al medio que las fuerzas bolivarianas financian la guerra del ELN y, desde hace un año, usan su poder estatal para destruir los campamentos de sus hombres: “El ELN ha corrompido a algunos mandos militares que han apoyado a este grupo en la zona de frontera. Algunos soldados activos salen de permiso y participan en operativos de esas estructuras, se ganan un dinero y retornan a sus cuarteles”.
Versión respaldada por influyentes mandatarios locales de Norte de Santander en línea directa con la comandancia del ELN. Ellos creen que los uniformados venezolanos se prestaron para sacar a los miembros de las Farc de su territorio, acorralarlos en el Catatumbo y facilitar la matanza del ELN: “Las Farc fueron expulsadas de Venezuela. Allá identificaron sus fincas, les quemaron los cambuches, hubo bombardeos. Ellos expusieron a las Farc hacia Colombia”, describió uno de ellos con la petición de ocultar su identidad por el temor de ser asesinado.
Ese temor se cuantifica con las 2.350 personas que tiene el ELN para custodiar el Catatumbo frente a las 450 que tienen las Farc, de acuerdo con datos suministrados a SEMANA por unidades de inteligencia. Son ciudadanos venezolanos que el régimen formó para esas actuaciones paramilitares.
Uno de los hombres en Colombia que más conoce a esta guerrilla, y que se ha sentado a negociar con sus comandantes diversas ocasiones, comentó que ese grupo subversivo se convirtió en un grupo armado venezolano que le hace el trabajo sucio a Nicolás Maduro: “El ELN, con los cubanos, (son) las últimas retaguardias de seguridad de Maduro”. Un alto mando de la fuerza pública también lo reconoció: “Son la primera línea de retaguardia” de los huéspedes del Palacio de Miraflores.
Los favores de Maduro
El régimen tiene como obsesión proteger y blindar la frontera con Colombia porque es el sector donde se podrían movilizar personas que quisieran sacarlo del poder por la vía militar. El ELN está cumpliendo la palabra de cuidarle la espalda.
Un alto mando de la fuerza pública en Colombia le envió el jueves pasado a SEMANA extractos de un plan que ya se trazó esa guerrilla y que quedó por escrito: “Nuestra estrategia debe contemplar posibles escenarios de contrarrevolución producidos por una invasión militar norteamericana o un golpe de Estado en Venezuela. Defender la revolución bolivariana de Venezuela en caso de una agresión violenta por parte del imperialismo”.
Y su primera tarea lo hizo en el Arauca: “Allá el ELN ha exterminado a las disidencias de las Farc y hoy tienen el dominio del 90 por ciento del territorio, para no decirle que del 100 por ciento. Ahora lo que están buscando es que eso suceda en Norte de Santander”, contó otra autoridad que omitió su identidad porque le podrían poner “una lápida encima”.
En esa operación también participó la dictadura. “El ELN es la primera línea de defensa de Maduro. No es la guardia venezolana, sino la guerrilla la que le da protección en su punto más vulnerable”, agregó la misma fuente.
El mismo Maduro dejó claro el valor que tiene esta guerra para la narcodictadura y lo mucho que está peleándola cuando designó a Diosdado Cabello, su hombre más fuerte y radical, para ir el pasado miércoles a la región del Catatumbo.
Y desplegó toda una parafernalia en los llamados ejercicios militares del Escudo Bolivariano 2025 en el que participaron 150.000 miembros de sus fuerzas con una transmisión de dos horas por internet, en donde apareció vestido de militar y mostró tanques, submarinos y aviones de guerra en cada instante, bajo la mentira de “hacer respetar a Venezuela de los grupos generadores de violencia, de los terroristas armados de Colombia” que él mismo financia.
Entre esos subgrupos formados están los “elenos” que someten a la población que allí reside, y portan prendas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: “Venezuela está apoyando al Catatumbo con hombres y armas. (Hay) vínculos sociales (y) narcotráfico. Cuando teníamos reuniones con ellos, siempre mirábamos personas de la guardia venezolana”, manifestó uno de los ciudadanos que abandonó su territorio junto a su familia por el miedo de caer en los combates entre el ELN y las disidencias.
Más de dos años llevan estas conversaciones, en que también hay otro grupo “Tancol” (en referencia a grupos terroristas y narcotraficantes de Colombia), donde no se incluye al ELN, y buscan desestabilizar a Venezuela permeando toda la frontera.
Por ello, hay preocupación en el más alto nivel del Estado tanto en Colombia como en Venezuela por lo que pueda suceder en los próximos días. El exfiscal Néstor Humberto Martínez analizó: “Lo grave de la dictadura de Maduro es que esto va a profundizar los peligros para la seguridad nacional de Colombia. El Gobierno y la inteligencia comprobaron que el paso se dio por territorio venezolano. Y eso solo pudo ser por la complacencia de la dictadura, hasta ahora con el silencio del Gobierno”.
Y más cuando el ELN está perdiendo la base en el sector porque las disidencias han venido haciendo trabajo político, dando beneficios a las comunidades que ante el conflicto armado han optado por desplazarse, o mudarse a otros territorios –unas 16 mil-. La “mejor alianza” que creían habían realizado se les convirtió en su peor pesadilla.
La reciente declaración de un exministro de Defensa de Colombia, bajo reserva, dio a SEMANA más razones de este conflicto entre estos dos grupos paramilitares: “La declaración de Álvaro Uribe, de intervención militar, tiene muy preocupado a Maduro porque no sabe qué está detrás".
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- Publicación : 25/01/2025 14:04 PM