
Edmundo González: Venezuela pide cambio al igual que el 19 Abril de 1810
Edmundo González: Venezuela pide cambio al igual que el 19 Abril de 1810
Edmundo González: Venezuela pide cambio al igual que el 19 Abril de 1810
Edmundo González: Venezuela pide cambio al igual que el 19 Abril de 1810
Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-
A 225 años de la firma de la Independencia de Venezuela, el presidente electo de nuestro país Edmundo González recuerda que los ciudadanos piden cambio al igual que ese 19 Abril de 1810, en que un pueblo valiente alzó su voz y decidió que “el destino de nuestra nación debía estar en manos de los venezolanos, lo cual marcó el inicio de nuestro camino a la independencia”.
“Hoy, como entonces, el país clama por cambio. Por dignidad. Por libertad. Somos herederos de un espíritu indomable que no se rinde ante la adversidad. El compromiso con Venezuela es firme. La lucha es por un país libre, justo y en paz”, emplazó por su cuenta en X González Urrutia desde su exilio en España.
Al igual que aquel 19 de abril, los venezolanos libran una campal batalla por la libertad contra la tiranía chavista impuesta desde hace más de 25 años, signada por una corrupción abominable en que se desfalcó la mayor empresa del país como Pdvsa, la expropiación de la gran parte de las empresas productivas; la destrucción de la educación y del sector salud, además de una férrea represión contra disienten de las políticas destructivas de un sistema criminal que mantiene tras las rejas a más de 900 personas por razones políticas.
El 19 de abril representó el primer movimiento organizado para proclamar la libertad de Venezuela, hoy secuestrada vilmente por unos criminales; no son los caudillos tradicionales que caracterizaron la historia de Venezuela en sus distintas evoluciones.
Unos criminales que estafaron a toda una nación en su propio beneficio, nada que seguir esperando que por las buenas actúen en el algún momento. Hasta la indignación por las situaciones de precariedad que se vive ha desaparecido. Pese a la cantidad de problemas que subrepticiamente han caído sobre los venezolanos, la indiferencia gubernamental es general.
Aun así, los deseos de independencia y libertad subyacen en el corazón de muchos a pesar de que de pronto pueda inundar muchas dudas y no hay confianza en quienes según ostentan en el poder. Más del 80 por ciento de los venezolanos no creen en Nicolás Maduro, de acuerdo a las últimas encuestas de Meganálisis, una de las firmas consultoras más respetadas en Venezuela.
¿Qué queda entonces? El Señor Jesús lo aclaró. “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Dios con nosotros.
Retrospectiva del 19 de abril.-
El 19 de abril de 1810 no fue declarada jurídicamente la Independencia de Venezuela, pero políticamente se produjo un cambio radical, que condujo a la firma de ese movimiento tan ansiado para salir del yugo español, tras darse la destitución de las autoridades españolas y sustituidas por una Junta de Gobierno a la cabeza de la cual figuran los dos alcaldes del Cabildo Municipal.
Entre sus antecedentes históricos inmediatos, además de los movimientos precursores en general, se hallan la Conspiración de los Mantuanos, de 1808, la cual fracasó, y las cartas que desde Londres escribía Francisco de Miranda al Cabildo caraqueño y al marqués del Toro en 1809 incitándoles a formar una Junta.
Los mantuanos aunque procuraron evitar toda relación con Miranda (hasta el punto de que el marqués entregó a las autoridades la correspondencia recibida de aquel), sí tenían el propósito de tomar directamente en sus manos, con el apoyo de letrados e intelectuales revolucionarios, los destinos políticos de la capitanía general de Venezuela, o “departamento de Venezuela”, como se llamaba también entonces.
Esos designios encontraron oportunidad en la crisis política y militar que sacudió a España a partir de abril-mayo de 1808, al producirse la invasión de los ejércitos franceses y el levantamiento en masa del pueblo español contra ellos. El rey Fernando VII fue hecho prisionero por Napoleón, quien colocó en el trono de Madrid a su hermano José Bonaparte, con el título de José I. En muchas provincias de España se formaron juntas de gobierno que rechazaron al nuevo Rey, al que llamaban “El Intruso”, y juraron fidelidad a Fernando VII, “El Deseado”, a la vez que organizaban la resistencia militar contra las fuerzas napoleónicas.
Más tarde se formó una Junta Suprema, establecida en Sevilla, que gobernó todo el territorio español no dominado por los franceses (aunque las juntas provinciales no desaparecieron totalmente) y pretendió ejercer también el mando sobre las provincias americanas del imperio español en nombre de Fernando VII, pretensión que rechazaban las élites criollas de varias regiones del continente. Cuando se conoció en Hispanoamérica lo que había sucedido en España en 1808, en diversas ciudades se produjeron intentos para formar Juntas de Gobierno autónomas, en aquel mismo año o el siguiente, que en algunos casos (México, Caracas) fracasaron y en otros (Chuquisaca, Quito) tuvieron éxito, pero fueron derrocadas algún tiempo después por fuerzas leales a España.
Desde diciembre de 1809 circulaban en Caracas rumores de que España había sido dominada por los franceses, que se intensificaron durante los meses siguientes. Aunque la resistencia contra los franceses no cesó, estos lograron apoderarse de Sevilla en enero de 1810, con lo cual la Junta Suprema se desbandó y fue sustituida poco después por un Consejo de Regencia cuya sede estaba en Cádiz. En marzo, estas noticias empezaron a difundirse en Caracas, aunque no de un modo oficial, lo cual aumentó la incertidumbre.
El 2 de abril fue delatada a las autoridades la conspiración de la Casa de Misericordia (por el sector donde se reunían los conjurados), pero el gobernador y capitán general Vicente dé Emparan y Orbe se limitó a confinar en sus haciendas a varios de los que aparecían complicados, entre estos los hermanos Juan Vicente y Simón Bolívar.
El día 7 Emparan dio un manifiesto en el cual intentaba desvanecer las “...especies muy funestas sobre la suerte de la Metrópoli...” que corrían en Caracas, afirmando que no había pasado nada, aunque reconocía que desde hacía 2 meses no había recibido ninguna noticia de España. Este manifiesto se reprodujo en la Gaceta de Caracas del 13 de abril. El 14 llegó a Puerto Cabello un buque español, por el cual se supo en Caracas el 17 la toma de Sevilla por los franceses, la disolución de la Junta Suprema de España y la formación del Consejo de Regencia. El propio día 17 o el 18 llegaron a La Guaira y subieron a Caracas 3 comisionados de la Regencia, Antonio de Villavicencio, Carlos Montúfar y José Cos de Iriberriz, militares y criollos quiteños los 2 primeros, funcionario español el último, quienes confirmaron la noticia de la disolución de la Junta Central y la creación del Consejo de Regencia, dieron noticias acerca de las medidas de defensa que se adoptaban en Cádiz contra los franceses, y entregaron varias comunicaciones emanadas del cuerpo al cual representaban; es muy probable que fuesen también portadores de una alocución de la Regencia dirigida a los americanos, de fecha 14 de febrero, en la cual, al anunciar la convocatoria de las Cortes de Cádiz se les decía: “Desde este momento, españoles americanos, os veis elevados a la dignidad de hombres libres ...vuestros destinos ya no dependen ni de los ministros, ni de los virreyes, ni de los gobernadores: están en vuestras manos”.
De inmediato, el capitán general Emparan mandó imprimir y fijar carteles para informar al público que se habían recibido noticias muy importantes de España, pero sin precisar cuáles eran.
Los partidarios de la creación de una Junta en Caracas se reunieron en diversas casas (entre estas, la del médico José Ángel de Álamo) durante todo el día 18 y hasta bien adentrada la madrugada del 18 al 19, mientras otros recorrían la ciudad para alertar a sus partidarios. Se proponían iniciar el movimiento valiéndose de que por ser el 19 Jueves Santo, el capitán general tenía que ir junto con el Cabildo Municipal y otras autoridades a la catedral para las ceremonias religiosas y la imposición de las llaves. Algunos miembros del Cabildo, entre ellos el alcalde criollo Martín Tovar Ponte, el alférez real Feliciano Palacios Blanco, el síndico procurador Lino de Clemente y los regidores Valentín de Ribas, Nicolás Anzola, Isidoro Antonio López Méndez, Dionisio Palacios, estaban de acuerdo en plantear la necesidad de formar una Junta. Otros, como el alcalde español José de las Llamozas y el regidor José Hilario Mora, no se oponían, pero se mostraban algo reacios; sin embargo, aquellos lograron convencerlos.
El marqués del Toro (Francisco Rodríguez del Toro) y su hermano Fernando, que no eran miembros del Cabildo Municipal pero ejercían altos mandos en las Fuerzas Armadas (el segundo era inspector general, y el primero coronel de milicia), apoyaban el movimiento, al cual estaba ganada buena parte de la oficialidad criolla o española de los cuerpos regulares y de las milicias, de capitán hacia abajo. Aunque la jerarquía eclesiástica no estaba comprometida con la causa, algunos sacerdotes eran partidarios del movimiento, como el canónigo de la catedral caraqueña José Cortés de Madariaga y el presbítero Francisco José Ribas, hermano del regidor Valentín de Ribas y de uno de los más destacados promotores de la revolución desde la calle, José Félix Ribas.
Algún rumor de lo que se tramaba llegó el día 18 (al parecer por una delación o indiscreción del oficial de pardos Pedro Arévalo) a los oídos de Emparan, pero este se limitó a decirle a quienes le transmitieron la noticia que había ya adoptado las precauciones necesarias.
El 19 de abril, a tempranas horas de l
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- Publicación : 19/04/2025 11:08 AM