InsightCrime: las borrosas líneas de las mafias del exgobernador Prieto en el Zulia
InsightCrime: las borrosas líneas de las mafias del exgobernador Prieto en el Zulia
InsightCrime: las borrosas líneas de las mafias del exgobernador Prieto en el Zulia
InsightCrime: las borrosas líneas de las mafias del exgobernador Prieto en el Zulia
Desde la Redacción Hasta que caiga la tiranía
Nuevas investigaciones del portal InSight Crime, organización dedicada al estudio del crimen organizado en América Latina y El Caribe, ratifican la incursión de la corrupción y la criminalidad durante los gobiernos de Omar Prieto en el Zulia, entre 2017 y 2022, en que las fuerzas de seguridad se destacaron por el abuso de poder, cometiendo ataques contra periodistas, manifestantes y rivales personales.
Diversos funcionarios de seguridad activos y en retiro, incluso miembros del PSUV, señalan que el exalcalde solía violar los protocolos para llenar las filas de Polisur con contactos de su pasado, muchos de ellos sin las calificaciones necesarias y algunos de ellos con antecedentes penales.
De esta manera, Polisur se convirtió en lo que numerosas fuentes describen como una “línea borrosa entre la policía y las mafias", describe la investigación de esta prestigiosa institución.
Además de su actitud violenta para limpiar las calles, la mafia policial de Prieto también se convirtió en el brazo ejecutor de una naciente empresa criminal dedicada a extorsionar al sector privado.
“La policía de San Francisco se convirtió en un grupo de delincuentes con chapa”, le dijo un exfuncionario de alto nivel a InSight Crime.
La investigación tiene como hilo conductor el testimonio del político y ex diputado del Consejo Legislativo del Zulia, Eduardo Labrador, hombre que fue muy cercano a Prieto y denunció de manera abierta la corrupción y abusos cometidos por el exgobernador y sus fuerzas de seguridad, al tanto que Labrador llegó a ser blanco de persecuciones y víctimas de agresiones.
También muestra que Prieto, nacido en 1969 e involucrado en la política desde el año 2000, tuvo vínculo con la banda “Los Pulgas” cuando era joven y el cual se dedicada al robo de vehículos y a la extorsión en el municipio San Francisco, donde Prieto fue alcalde entre 2008 y 2015.
Según personas cercanas a Prieto, así como exfuncionarios de seguridad y líderes de la sociedad civil de San Francisco, los funcionarios exigían que las empresas les mostraran documentos que no estaban obligados a poseer o que ni siquiera existían, y luego les cobraban extorsiones cuando no podían presentarlos.
“Restaurantes, empresas manufactureras, empresas de actividades agrícolas... Esta red de extorsión tenía como fin quitar dólares, con la amenaza de que si no cumplían los expropian", le contó a InSight Crime un ex líder del PSUV que conoce a Prieto desde la universidad.
En los primeros años del mandato de Prieto, la alcaldía ordenó una serie de polémicas expropiaciones en San Francisco, que incluían terrenos industriales y residenciales, distribuidores de asfalto, jardines, centros culturales y mercados.
De acuerdo con la investigación, el propio Prieto comenzó a cultivar el aura de jefe de gánsteres. Dondequiera que iba, estaba rodeado por una escolta de autos y guardaespaldas armados; imagen que se convertiría en parte de su imagen característica.
“Le gustaba mostrar que tenía poder. Era una cosa ostentosa", señaló el exlíder del PSUV y antiguo confidente de Prieto.
Mafia en la alcaldía
A Prieto le “fue fácil” conseguir el respaldo del gobierno chavista en Caracas, comenzó a apartar a algunas de las personas que habían dedicado sus carreras al proyecto socialista en Zulia, con lo cual sentó las bases de un conflicto que se agudizaría durante su ascenso político.
En la época en que Prieto adelantaba su candidatura a la alcaldía, ya Eduardo Labrador llevaba más de dos décadas como miembro activo del movimiento socialista, pues se había unido a ese movimiento a los 14 años.
Ya cuando Chávez llegó a la presidencia en 1998, Labrador se vinculó a La Gente Optimista (LAGO), partido recién formado en Zulia, que se alineó con el gobierno de Chávez y se convirtió en el núcleo del establecimiento izquierdista del estado.
Prieto necesitó el apoyo de LAGO para llegar a la alcaldía, para lo cual nombró a Labrador como su segundo al mando, y lo designó secretario de gabinete de San Francisco.
“Siempre me tocaba salir a su lado. Mucha gente me veía como su mano derecha”, dijo Labrador a InSight Crime. “Pero éramos como el agua y el aceite. Juntos pero separados”.
No pasó mucho tiempo para que comenzaran las tensiones, cita el portal.
En el reportaje Labrador rememora un incidente a menos de dos meses de iniciado el primer mandato de Prieto como alcalde, cuando hizo que ambos salieran de una reunión del gobierno tras escuchar que la policía estatal había arrestado a Ebyck Andrade, su antiguo guardaespaldas, quien había sido nombrado para ese entonces como agente de la Polisur.
Labrador señaló que Prieto lo condujo en su automóvil a la sede de la policía estatal de Zulia, acelerando tanto que chocó con la barrera de seguridad de las instalaciones, hirió al guardia de servicio y activó las alarmas. En medio de la confusión, los guardaespaldas de Prieto sacaron sus armas y se presentó un enfrentamiento armado con la policía.
“Un movimiento errado y aquello habría sido una masacre”, recuerda Labrador.
Al final, la policía estatal liberó a Andrade, quien, junto con otro agente de Polisur, había sido acusado de comportamientos indebidos bajo efectos del alcohol, después de blandir su arma de servicio durante una discusión en un juego de béisbol.
Vergonzoso enfrentamiento que mostró la relación de Prieto con el jefe de la policía estatal de Zulia, Jesús Cubillán, y llegó a los titulares de prensa cuando ambos se profirieron acusaciones de corrupción, incluso cuando el equipo de Prieto trató de evitar que el problema tuviera repercusión pública.
Pese a eso, Andrade fue ascendido poco después a jefe de Asuntos Internos de Polisur, donde protagonizó un nuevo escándalo, más grave aún.
En junio de 2009, Andrade presuntamente dirigió a otros siete oficiales de Polisur en el secuestro, tortura y violación de un joven de San Francisco, que tuvo que ser hospitalizado por lesiones internas.
Acusaron al joven de tráfico de drogas y asesinato, sin presentar alguna evidencia sólida. Una fuente policial anónima reveló más tarde que el verdadero motivo del ataque fue la amistad del joven con la novia de Andrade. Escándalo que ocupó los titulares de la prensa regional.
Andrade y los otros agentes de Polisur fueron detenidos, y la fiscalía de Zulia abrió una investigación sobre presuntos abusos policiales. El caso se vino abajo poco después. A Andrade y a sus coimputados se les permitió esperar juicio en la estación de policía de Polisur, pero fueron liberados al poco tiempo.
Pero, la víctima, cuya familia se había quejado en repetidas ocasiones de haber recibido amenazas de muerte, retiró su denuncia. Andrade volvió a Polisur con el cargo de subdirector de la policía municipal en menos de un año, según un artículo publicado por Provea.
Alianzas con dos diablos
Las “escaramuzas delicuenciales” de Prieto eran hasta visibles en el Zulia, pero a nivel nacional era visto como un adelantado a su tiempo. En Caracas, tambaleaba el control del poder por parte de los chavistas y algunos miembros del régimen empezaban a ver la utilidad de un hombre impetuoso y ambicioso como él, por su “gran trayectoria”.
En 2013, el mismo año en que Prieto fue reelegido alcalde de San Francisco, murió Hugo Chávez. La presidencia quedó en manos de su vicepresidente, Nicolás Maduro, menos popular y heredó una economía mal administrada, corrupción generalizada, inseguridad en aumento y la caída de los precios del petróleo.
En 2014, se agudizó la crisis en Venezuela, y miles de manifestantes se mantenían en las calles a protestar contra la inseguridad, la inflación y escasez de productos básicos. Pedían la renuncia de Maduro.
Para finales de 2015, las elecciones legislativas le dieron a la oposición una mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional. Maduro entonces engrosó la corte suprema y creó un cuerpo legislativo paralelo, la Asamblea Nacional Constituyente. Se incrementaron las manifestaciones masivas en 2016 y 2017.
Maduro enfrentó de manera agresiva las amenazas y arremetió con represión violenta e incluso recompensando ese tipo de respuestas.
En octubre de 2016, el director de Polisur bajo el mando de Prieto, Danilo Vílchez, dirigió a sus oficiales en un violento ataque contra los manifestantes, varios de los cuales terminaron hospitalizados. Actuaba por órdenes de Prieto.
Aquel escándalo tuvo amplia difusión, hasta que finalmente intervino el general Néstor Reverol, una importante figura militar que había sido recién nombrado ministro del Interior, Justicia y Paz.
Reverol ordenó el arresto de Vílchez y la suspensión de su cargo como director de Polisur. Pero este no se iría por mucho tiempo. En menos de un año, Prieto lo nombró secretario de seguridad de San Francisco, aunque luego se uniría a Prieto en la gobernación.
Abusos policiales a la vista
Aunque Maduro nunca habló en público sobre los abusos de Polisur, la habilidad de Prieto para sofocar la disidencia en uno de los municipios más grandes de Zulia fue una gran contribución a su lucha por mantener el poder. Al parecer, la recompensa de Prieto fue la permisividad, incluso hacia Vílchez.
Maduro no fue el único que percibió la utilidad de Prieto. Desde el fallecimiento de Chávez, la clase dominante se dividió en varias facciones políticas rivales. Dentro de las más poderosas se encontraban la facción liderada por el propio Maduro y otro bloque por Diosdado Cabello, que ni siquiera llegó a teniente del ejército y al que muchos dentro del movimiento veían como el sucesor de Chávez.
El desprecio de Prieto por las reglas llamó la atención de la mano derecha de Cabello, Pedro Carreño. Prieto no dudó en aprovechar la oportunidad de hacer amigos más poderosos en Caracas.
Labrador, otro exintegrante del círculo cercano de Prieto, y un empresario con conexiones con su administración, le dijeron a InSight Crime que él se aseguró el patrocinio de Carreño satisfaciendo su apetito por los vicios.
“Lo satisfacía con whisky y lo instaló en una casa en Maracaibo, capital del estado de Zulia, allí hacían orgías. Le llevaba muchachas y le daba dólares en efectivo", cuenta el exlíder del PSUV y antiguo confidente de Prieto, en el citado reportaje.
Carreño fue contactado para este trabajo, pero negó todas las acusaciones presentadas.
Entre Labrador y Prieto comenzaron las divergencias: el primero le había aclarado que “estaba con la de Maduro, porque se lo pidió Chávez," agregó.
Con o sin Labrador, Prieto había decidido echar su suerte con Cabello. Al hacerlo, tendría la oportunidad de expandir su dominio de San Francisco a todo Zulia.
¿Posible reaparición de Prieto?
En 2017, el líder opositor Tomás Guanipa venció a quien resultó gobernador Francisco Arias Cárdenas en las elecciones estatales de Zulia, en ese entonces. Pero Guanipa se negó a prestar juramento ante la muy polémica Asamblea Nacional Constituyente, que según los críticos fue creada para usurpar el poder de la Asamblea Nacional, la única rama del gobierno bajo control de la oposición. Caracas descalificó la victoria de Guanipa y convocó a una reelección especial.
Para sorpresa de muchos expertos, la dirección del PSUV eligió a Prieto, en lugar de Cárdenas, para disputar las elecciones. El propio Cabello anunció la candidatura de Prieto, y Carreño, para entonces presidente del PSUV en Zulia y Trujillo, se esforzó por promoverlo en la campaña electoral.
Y aunque alguna vez pareció impensable un retorno de Prieto, ahora se perfila como una posibilidad real. Las negociaciones entre el régimen de Maduro y la oposición, que se suponía que incluirían medidas para garantizar elecciones libres y justas en 2024, se han detenido, mientras que sigue en aumento la violencia política por parte de grupos armados afines al régimen.
Para leer trabajo completo, en el siguiente enlace: https://acortar.link/GelI7d
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- Publicación : 25/09/2023 10:15 AM