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Ola de persecuciones obliga a dirigentes sindicales y gremiales seguir en resguardo

Ola de persecuciones obliga a dirigentes sindicales y gremiales seguir en resguardo

Ola de persecuciones obliga a dirigentes sindicales y gremiales seguir en resguardo

Ola de persecuciones obliga a dirigentes sindicales y gremiales seguir en resguardo


Desde la Redacción Hasta que caiga la Tiranía.-

Lo declarado por María Corina Machado ante la Organización de las Naciones Unidas dejó en vilo la realidad que sufren quienes en Venezuela se dedican a dejar al descubierto las acciones criminales del régimen venezolano. Y es que la persecución poselectoral aún mantiene a varios dirigentes políticos y sindicales a mantenerse bajo resguardo. Evitan hacer denuncias públicas.

En Guayana hay casos de trabajadores de CVG Bauxilum, por ejemplo, a quienes funcionarios del Sebin fueron a buscar en la empresa, revela El Nacional.

“Cuando me avisaron que preguntaron por mí, me fui de mi casa. El carro lo dejé allí mismo para que no me puedan ubicar. Un amigo es el que me ayuda llevándome la comida. Es rudo porque dependes de las ayudas de otros. No manejo mis cuentas, no puedo hacer mis ventas de productos con que resolvía económicamente porque no puedo salir a la calle libremente”, indica uno de los trabajadores de Bauxilum perseguidos.

Aunque no tiene un cargo sindical o político, participó en la campaña de la dirigente María Corina Machado y Edmundo González para el 28J.

Persecuciones en caliente

Patrullas del Sebin también son usadas como forma de amedrentamiento. Es lo que ocurrió con el dirigente Rubén González, de Ferrominera. Unidades de ese organismo han estado vigilando las inmediaciones de su domicilio, indica la información. También, lo han realizado con el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), Raúl Brito.

“Yo me puse a resguardo porque me fueron a buscar a mi casa, pero estaba donde una vecina y no salí. Los policías estuvieron rato esperando hasta que se fueron. Recogí mis cosas y me fui. Mi único delito fue ser testigo electoral y mostrar las actas por redes, y para ellos eso es terrorismo”, dice esta víctima de la persecución política.

Autocensura

Trabajadores y dirigentes sindicales, así como políticos, omiten sus nombres en cualquier información a la prensa por temor a ser detenidos, independientemente de la denuncia y el tono que utilicen; en ese estado los “negocios” del régimen son más evidentes.

También, familiares de detenidos mantienen discreción, a pesar de desconocer su paradero porque temen mayor represalia. Y citan el caso de al menos 10 trabajadores de Corpoelec, en Guri, ahora más tras el apagón de casi un día que se registró el 29 de agosto.

Estos trabajadores fueron detenidos por la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Dgcim, el 2 de septiembre. Y aún no se sabe dónde los tienen recluidos. Presumen que el motivo de la detención sea la “Operación Tun Tun”, otros señalan que los quieren usar para incriminarlos por el apagón nacional.

“Las familias no quieren que salgan ni los nombres de los detenidos. Aunque te puedo decir que son gente proba, de muchísimos años trabajando para la empresa. Son técnicos y profesionales muy preparados”, expuso Rosalba, -nombre ficticio- quien decidió abandonar Venezuela.

Con información El Nacional